Azahara culmina un gran final en el Indy para llevarse un Top 15. Thompson, 2º triunfo del año

Mientras que la malagueña volvió a ser el faro que iluminó a la Armada en la última jornada, Recari no pudo pasar del par –lo que le costó bajar al T50- y Mozo dijo prácticamente adiós a la LPGA con su T63

La norteamericana vuelve a imponerse en la LPGA, sumando la novena victoria de la carrera en su país. Foto: @LPGA

Le costó muchísimo esfuerzo conseguirlo, pero Azahara Muñoz (69 golpes, -8) ya puede disfrutar de su Top 15 en el Indy Women In Tech Championship, el evento inaugural esta temporada en la LPGA en el que apenas ha habido color en las tres jornadas que ha durado. Entre otras cosas porque Lexi Thompson (68 golpes, -19) y Lydia Ko (72 golpes, -15) se encaramaron desde bien temprano a la cabeza de la clasificación y poco o nada pudieron hacer el resto de competidoras, que asistieron con impotencia a la lucha por el resto de las primeras plazas.

De hecho, la malagueña tuvo que entregar una tarjeta con tres golpes bajo par para poder mejorar su puesto, que solo 24 horas antes reflejaba un T30. Tres birdies sin errores con unas estadísticas prácticamente inmaculadas –consiguió coger 13 de las 14 calles y encontrar 16 de 18 greenes en regulación- fueron suficientes para que la de San Pedro de Alcántara se quedara a solo tres golpes de la tailandesa Moriya Jutanugarn (70 golpes, -11) y, por lo tanto, de la décima plaza.

Por su parte, Beatriz Recari (72 golpes, -4) vivió la peor de las tres jornadas en Indianápolis este sábado, al menos en cuanto a la tarjeta se refiere. Y es que pese a aguantar las siete primeras banderas del día sin cometer ni un solo bogey, en el ocho llegó el primero. Eso sí, pudo corregirlo rápidamente en el 10. Una acción que se repitió en el 15 y el 18, cuando al bogey del primero le llegó otro birdie en la última bandera del día para situarle en el T50, trece puestos por encima de Belén Mozo (74 golpes, -1).

La gaditana, que apenas pudo sumar 4400 dólares con el T63, prácticamente dice adiós a sus aspiraciones de retener los derechos de juego para el próximo curso y solo una grandísima actuación a finales de mes en Nueva Zelanda podría permitirle continuar la aventura en la LPGA.