El jugador estadounidense, que ya estrenó hace unos meses su vitrina de trofeos en el PGA Tour llevándose el triunfo en Mayakoba, tuvo que esperar a la sexta bandera de la muerte súbita para sofocar la rebelión de Hahn, quien había cuajado una gran remontada para salir al desempate

Comentábamos tras finalizar la tercera jornada que el Sony Open iba a depararnos emoción hasta el último momento… y no nos ha defraudado lo más mínimo. Principalmente porque el torneo se ha alargado más allá de los 72 hoyos previstos y hemos tenido que esperar a la sexta bandera de la muerte súbita para conocer al ganador. Ha sido el estadounidense Patton Kizzire (68 golpes, -17), quien ha puesto tierra de por medio después de su grandísima ronda sabatina para sumar el segundo triunfo de su carrera en poco tiempo -cabe recordar que estrenó su palmarés en Mayakoba el pasado noviembre-.
Y eso que las cosas se le pusieron cuesta arriba cuando su compatriota James Hahn (62 golpes, -17) sorprendió a propios y extraños con un grandísimo 62 a base de birdies y un acierto colosal en sus golpes a bandera -presentó unas estadísticas por encima del 90 por ciento en greenes en regulación-. Pero el deportista de origen surcoreano, que unos minutos antes había pasado por la derecha al hasta la tercera ronda líder Tom Hoge (70 golpes, -16) no pudo confirmar la remontada y lo dejó todo en manos de Kizzire.
Y este no falló -a pesar de haber mostrado unos fríos números en el día con un eagle, un birdie y un bogey– y ambos se citaron en un PlayOff que tuvo de todo -no es para menos, después de casi dos horas extra-. Con pares, con birdies, con bogeys… la cuestión era que parecían estar abonados a la igualada… hasta que llegaron a la sexta bandera disputada en el par 3 del 17. Y aquí a Kizzire le bastó con no perder la calma tras la mala salida de Hahn desde el tee para sellar el par y llevarse el triunfo.
Justin Thomas (68 golpes, -12), quien parecía que podía luchar por el triunfo tras asaltar las diez primeras plazas, terminó relegado al T14 tras una anodina última vuelta en la que tres birdies y un solitario bogey le impidieron aspirar a más. Mismas sensaciones que las transmitidas por Jordan Spieth (66 golpes, -11), que acabó en el T18 sin poder demostrar en toda la semana su vitola de favorito.






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