Algo hemos comentado de pasada estos últimos días y quizá suene a broma, pero lo cierto es que el sábado se vivieron momentos tensos en Hawái como consecuencia de un mensaje que comenzó a llegar a los móviles de todos cuantos se encontraban en la isla el fin de semana. “Misiles balísticos se están dirigiendo a Hawai. Busquen refugio inmediatamente. Esto no es un simulacro”, rezaban los SMS que hicieron llegar desde la Administración de la isla.
Y claro, con el runrún de fondo de Kim Jong-un accionando el botón todos vivieron unos minutos de incertidumbre, incluidos los jugadores que se encontraban disputando el Sony Open. Ahora pueden contarlo como anécdota, pero lo cierto es que el silencio fue sepulcral conforme iban llegando los escritos a los móviles de los jugadores, que en ese momento se encontraban desayunando.
“Se pudo escuchar el zumbido de los móviles, uno por uno. No sabíamos qué hacer. Nos mirábamos el uno al otro. Una parte de mí pensaba en coger un Mai Tai, ir a la playa y tomar asiento en primera fila. ¿Qué podíamos hacer?”, comentó Charles Howell III, que como muchos optó por resignarse ante las noticias que iban llegando. Otros, sin embargo, optaron por ponerse en contacto inmediatamente con sus familiares. Fue el caso de Jordan Spieth o de su caddie Michael Greller, quienes confesaron que tenían la idea de coger un coche y huir cuanto más lejos mejor de la ciudad.
“El Golf es lo que menos nos importaba en ese momento”, atinó a comentar Tony Finau, que en el momento del mensaje se encontraba jugando con sus hijos en la habitación. “Fue una montaña rusa de sensaciones, porque puso en perspectiva lo que puede suceder de un momento a otro”, sentenció.
Por suerte, el PGA Tour actuó rápidamente y en solo cuatro minutos verificó que la alerta había saltado por error e informó a los jugadores y a todo el personal desplazado en la isla. Los 240 segundos más tensos del año para muchos.