Año nuevo, entrenador nuevo -y caddie también, ya que estamos-. Con este chascarrillo es como podría definirse el comienzo del 2018 para la ex número 1 del mundo, que parece que sigue sin dar con la tecla de lo que le ocurre a su juego. Si a esto le sumamos las palabras que le dedicó hace un tiempo el que fuera su coach David Leadbetter, que decía que uno de los grandes problemas de la neozelandesa era que sus padres estaban demasiado metidos en su vida profesional, tenemos la ecuación perfecta para entrar en DEFCON 1 cada vez que se tuercen los resultados.
Lydia Ko tiene muchas virtudes, pero desde luego que la paciencia no es una de ellas. Ya lo demostró en 2017, cuando despidió a Gary Matthews después de nueve torneos como compañero de fatigas y de un subcampeonato en el Lotte de Hawái. Y lo ha vuelto a reivindicar ahora, después de confirmarse que Gary Gilchrist ha dejado de encargarse de su entrenamiento a pesar de las alabanzas que le dedicó hace unos días, asegurando que ambos estaban metidos al cien por cien para mejorar los resultados del año pasado -fue su primer curso sin victorias en la LPGA desde el 2012-.
“2017 fue una temporada en la que aprendí mucho. Creo no tanto en el aspecto del juego propiamente dicho como en el aspecto mental. Ahora tengo mucha más confianza y paciencia”, atinó a comentar a la prensa la jugadora oceánica solo unas antes de hacer oficial que Ted Oh, exprofesional del PGA Tour que durante su etapa junior llegó a jugarse las victorias contra Tiger Woods, será su nuevo entrenador.
Y no será el único cambio, pues para el Handa Women Australian’s Open también tendrá nuevo caddie. Se trata de Jonny Scott, de largo recorrido en este mundo al haber portado las bolsas de Laura Davies o Karrie Webb. Con este serán 10 los utilizados por la deportista de 20 primaveras en sus cuatro años de carrera en la LPGA. Casi nada.