Fue un inicio muy bueno… Qué decimos de muy bueno, fue espectacular. Durante varios minutos de la segunda ronda del Genesis Open todos los focos apuntaron a Rafa Cabrera-Bello (67 golpes, -3), que salió a comerse el Riviera CC y a extender la enorme dinámica que dejó aparcada en la tarde del jueves con esos tres birdies sin errores en las nueve últimas banderas. El grancanario jugó como los ángeles en la primera parte de su recorrido y fruto de ello llegaron los aciertos.
¡Ni más ni menos que seis en sus siete primeras banderas! Sí, sí, han leído bien. En un visto y no visto el jugador español pasó de pelear por hacer el corte a situarse líder del evento en Estados Unidos. Y no solo eso, porque ya veía con el rabillo del ojo los 60 golpes después de lucirse en algunas de las banderas más complicadas del complejo californiano.
Pero entonces llegó el fallo del 9 después de pasarse con el approach y de no ser capaz de resolver la papeleta en el green y, tras fallar un putt de dos metros para hacer el par, la efervescencia con la que salió al campo se vino un poco abajo.
No obstante, Rafa salvó la papeleta de una manera digna de admirar con solo dos errores más en los pares 3 del 14 y el 16 y un nuevo birdie en el último par 5 del día, el del hoyo 17, le facilitó el hecho de quedarse a solo un impacto de los siete primeros clasificados y a cuatro de Cantlay (69 golpes, -7), McDowell (66 golpes, -7) y de Saunders (Hoyo 15, -7), líderes del torneo.
El que no pudo hacer buenos los números de corte que presentaba hasta este viernes fue Tiger Woods (76 golpes, +6), quien se despide del evento después de un trágico final en el que los últimos nueve hoyos resultaron claves para que el californiano no pudiera reclamar su sitio en el fin de semana.