El zurdo de San Diego se vale de un torneo cuasi perfecto para derrotar en el desempate a su compatriota Justin Thomas y volver a vencer en el circuito casi un lustro después. El grancanario, enorme derroche que quizá mereció más
Al igual que sucediera el año pasado nos hemos quedado cerca, muy cerca de narrar la primera victoria española de la historia en un campeonato de las series mundiales. Sin embargo otra vez los caprichos del destino han querido que un español acabara cerrando el podio y un estadounidense reinando en el Club de Golf Chapultepec. En esta ocasión los protagonistas han sido Rafa Cabrera-Bello (67 golpes, -15), que ha finalizado tercero para completar una gran semana sobre la hierba del campo mexicano, y Phil Mickelson (66 golpes, -16), quien ha vuelto a ver su nombre en lo más alto casi cuatro años y ocho meses después desde que se alzara con la Jarra de Clarete de 2013.
Pero centrémonos antes que nada en el evento que ha llevado a cabo el golfista grancanario, que no ha tenido el premio del triunfo a pesar de que hizo todo lo necesario para merecerlo. Encontró calles con relativa facilidad, pegó buenos hierros y, sobre todo, pateó como los ángeles. Sin embargo, todavía no ha llegado su turno en el mejor circuito del planeta. Y eso que durante varios momentos de este domingo coqueteó con el liderato.
Sin ir más lejos en el hoyo 1 cuando, tras una larguísima salida a uno de los bunkers que defendían el green, consiguió llevar la bola al fondo del agujero para convertir el eagle y plasmar su nombre en lo más alto. Pero poco le duró la alegría, pues un bogey en el 5 le hizo descender varios puestos, algo que ni siquiera pudo arreglar con el nuevo acierto en el 7.
Más que nada porque un nuevo bogey al 12 le hizo despertar del sueño. Este palo sí que resultó definitivo y los birdies en el 13, el 15 y el 18 no pudieron hacer más que certificar el tercer puesto, quedándose a uno de poder disputar el PlayOff junto con Lefty y Justin Thomas, que se ganó el derecho a soñar con su segunda victoria consecutiva después de embocar desde la calle a 110 metros para hacer el eagle.
Pero Mickelson aguantó las embestidas del joven y se alzó con la vitola de campeón en el par 3 del 17, donde jugó un hoyo a la perfección y JT no fue capaz ni siquiera de sacar el par. Es la 43ª victoria del genio de San Diego -tercera en los Mundiales- en un momento en el que muchos pensaban que no volverían a verle triunfar. Sergio García (70 golpes, -12), Jon Rahm (70 golpes, -6) y Jorge Campillo (68 golpes, -4), todos ellos bajo par, completaron la actuación de los nuestros en Ciudad de México.
Un comentario