Una vez más se impone el dicho de «no me digas como, dime cuantas» viendo el swing de este jugador mientras entrena en el campo de prácticas
No es la primera vez, y no será la última, que les mostramos a jugadores con un swing más que particular. Movimientos con los que viendo las imágenes no se explica como uno es capaz de darle a la bola y conseguir la trayectoria deseada, y sin embargo así sucede. El último que hemos visto, buceando por las RRSS, es el que les mostramos a continuación, un swing en tres tiempos -atención al pie derecho- que no tiene desperdicio.





