Solo dos bogeys en sus tres últimos hoyos han impedido a Tiger Woods (68 golpes, -9) colocarse sexto en solitario en el Memorial y encarar los últimos 18 hoyos con las opciones intactas de volver a ganar en el PGA Tour. El californiano, salvo el primer día en el que entregó esa cartulina de 72 golpes, está siendo todo un quebradero de cabeza para Muirfield Village y se ha quedado a cinco impactos de Bryson DeChambeau (66 golpes, -14), líder en Casa Club tras la jornada del movimiento.
Y es que todo fue a pedir de boca en un inicio para el ex número 1 del mundo, quien vio cómo en sus nueve primeros hoyos sacaba todo su repertorio a pasear para lograr tres birdies y un eagle con los que discutir de tú a tú el liderato de su compatriota. Y de hecho sus números mejoraron todavía más con un nuevo birdie en el par 5 del 15 tras un putt de poco más de cuatro metros. En ese momento el estadounidense marchaba con un -11 en su tarjeta y amenazaba con dar el zarpazo definitivo al primer puesto.
Pero entonces llegaron dos errores inesperados en los greenes. Uno en el 16, tras marrar un putt por debajo de los dos metros; y otro en el 18, después de fallar otro de solo un metro. Esto favoreció que el 14 veces ganador de un Major se quedara sin el suculento premio de quedarse muy cerca del podio y le cediera los honores al científico del Golf. Y eso que DeChambeau no arrancó el día con demasiado tino, pero un final con cuatro birdies en las seis últimas banderas fue suficiente para darle la oportunidad de salir este domingo desde el partido estelar del día y pelear por un nuevo triunfo en el mejor circuito del planeta.
Tras él, colapso en el podio. Patrick Cantlay (66 golpes, -13), Kyle Stanley (70 golpes, -13), Joaquín Niemann (70 golpes, -13), Byeong Hun An (69 golpes, -12) y Justin Rose (69 golpes, -10) están en los dobles dígitos y a buen seguro que buscarán el asalto a los cielos en los últimos 18 hoyos.