El amor de un hijo hacia su padre es recíproco e infinito. Si no, ya nos contarán a cuento de qué iba un chico de apenas 13 años a meter la mano en una madriguera situada en un campo de Golf con tal de recuperar la bola de su progenitor y que no perdiera ningún golpe. La historia la protagoniza Dylan Block y se ha hecho viral como consecuencia de la disputa del PGA Professional Championship del pasado fin de semana.
Aquí, Michael Block -padre de la criatura y jugador que unas horas antes se encontraba en Shinnecock Hills en la disputa del US Open– tuvo un pequeño problema en el hoyo 15 de su vuelta, cuando su disparo salió despedido hasta el rough y de aquí a un enorme agujero situado en la base de un árbol. Un brete que se acrecentaba todavía más viendo su tarjeta, pues necesitaba imperiosamente no perder más golpes si quería hacer el corte del evento.
Entonces sobresalió la figura del hijo, que hizo las veces de caddie por primera vez en su vida y que no le importó lo más mínimo meter la mano hasta el fondo para recuperar una bola primordial en las aspiraciones de Michael Block y conseguir un dropaje que a la postre resultó determinante. Y es que en el approach Block dejó la bola a unos cuatro metros y medio del agujero para convertir poco después un birdie sacado de la nada. Un premio en el que Dylan tuvo mucho que ver.
“Lo diré de una manera bastante sencilla: de ninguna manera lo podría haber conseguido si no fuera por él”, sentenció el golfista. Y no es para menos, pues solo un golpe le separó de irse a casa antes de tiempo.
What just happened? Free relief for a burrowing animal hole, a courageous son and a miraculous birdie is what just happened. #PGAProChamp pic.twitter.com/rm5yWXOStj
— PGA of America (@PGA) 19 de junio de 2018