Sergio García estuvo a punto de irse al agua en el hoyo 2 en la última jornada del Open de Francia. Tan a punto, que la bola se quedaba a menos de un palmo de irse al agua dejando un stance imposible al castellonense con un pie dentro del obstáculo que le impedía golpear la bola con normalidad. A pesar de ello el de Borriol se sacó de la manga un chip con el que salvaba el par demostrando la calidad que atesora en sus manos.