Llevaba velocidad de crucero Jon Rahm (70 golpes, -6) tras lo visto en la primera jornada del Bridgestone Invitational. El español amanecía cuarto, a solo dos golpes del inglés Ian Poulter (67 golpes, -11) y demostrando un juego con el que pretendía ir a por todas en esta segunda manga. Sin embargo, el idilio de birdies que demostró el jueves apenas lo pudo dar a conocer el viernes y, a pesar de comenzar como un tiro con un hoyo 1 jugado a la perfección para sumar el birdie, hubo un parón en seco que le terminó pasando factura.
Y es que el León de Barrika no volvió a rebajar un golpe su cartulina hasta el 10, marrando hasta tres oportunidades claras por debajo de los cinco metros de seguir cercando al líder y desesperándose cada vez un poco más al ver que las cosas no iban saliendo. Como ya hemos comentado, volvió a convertir un birdie en el 10 tras un gran approach. Pero a partir de aquí -quitando una chance desperdiciada en el 18– las ocasiones brillaron por su ausencia.
Esto sumado a los dos errores en el 12 y el 17 le impidieron seguir progresando para finalmente entregar una tarjeta al par del campo y bajar enteros hasta situarse en el T10, plaza desde la que ve alejarse a cinco golpes a Poulter, Fleetwood (63 golpes, -11) y Justin Thomas (64 golpes, -11), la terna de líderes. Aunque no es el único español que se queda en una plaza cercana a las primeras.
Porque Rafa Cabrera-Bello (67 golpes, -5), pese a un inicio titubeante con un birdie y un bogey en las nueve primeras banderas, cogió el toro por los cuernos en sus nueve segundas y con cuatro aciertos y un solitario error gracias a su buen hacer con el putter se sitúa en el T16, a solo uno de su compatriota Rahm. Sergio García (69 golpes, -1) se queda algo más retrasado por culpa de dos bogeys en su parte final y se queda en el T37, lejos todavía de las primeras plazas.