Muchos esperábamos un momento así… y el día ha llegado este domingo. Jon Rahm (66 golpes, -9) saldrá al Bellerive CC como uno de los grandes favoritos a hacerse con la victoria en el PGA Championship, el último Grande del año, después de bordar el juego de tee a green este sábado. El golfista español consiguió entregar una de las mejores cartulinas del día en la jornada del movimiento -acumulando 36 hoyos consecutivos sin conocer el bogey– y se ha colocado tercero, a solo un golpe del austrliano Adam Scott (65 golpes, -10) y a tres de Books Koepka (66 golpes, -12).
Cómo hubiese cambiado el cuento si el vizcaíno llega a tener un poco más de tino en los metros finales. Es de lo poco que se le puede reprochar en estos terceros 18 hoyos. De hecho, es la única estadística discordante respecto al resto -encontro más del 71 por ciento de las calles y casi un 90 por ciento de greenes en regulación-. El putter, ese palo que en más de una ocasión le ha salvado de apuros, le fue esquivo y llegó a perdonar hasta seis birdies en posiciones por debajo de los cuatro metros de distancia hasta el agujero.
El “misil inteligente” de Rahm que vale un T3. El español logró el birdie en el 16 desde 10 m.
No obstante, los cuatro aciertos cosechados -tres de ellos en los últimos 18 hoyos- le permiten soñar con unirse al exclusivo club de jugadores españoles con un Major en las manos y ser el único de toda la historia en llevarse a casa el Wanamaker. Aunque para ello todavía queda mucho trabajo por hacer y primero deberá hacerse fuerte en el último encuentro del campeonato que le medirá a su amigo Rickie Fowler.
El que también se ha guardado una oportunidad de hacer saltar la sorpresa en San Luis es Tiger Woods (66 golpes, -8) que, a pesar de desinflarse en los segundos nueve hoyos con nueve pares, hizo saltar la banca con una primera parte de recorrido en la que convirtió cinco birdies y concedió solo un bogey y se situa sexto, a solo cuatro del vigente bicampeón del US Open.
Del resto de la actuación española ni Rafa Cabrera-Bello (69 golpes, -3) ni Adrián Otaegui (69 golpes, -1) han dicho todavía su última palabra, con ambos en clara proyección de ascenso y dejándose para el domingo la posibilidad de aspirar a finalizar en una gran posición.