La lluvia que cayó a primera hora de la mañana dio paso al viento y unos tímidos rayos de sol que quisieron asomarse para asistir a una apasionante segunda jornada de golf en el Club de Golf Pozoblanco, sede del I Campeonato MatchPlay PGA de España, octava prueba del circuito Seve Ballesteros PGA Tour 2018.
Una jornada intensa y sin descanso para los profesionales, algunos de ellos llegaron a jugar hasta tres rondas de nueve hoyos para ir pasando de ronda en ronda hasta quedar los ocho finalistas que mañana, domingo, se disputarán el trofeo de ganador de este primer campeonato en la modalidad MatchPlay.
Según se iban desarrollando los partidos, se iban dando algunas sorpresas, como la eliminación de los primos Javier y Manuel Ballesteros, que no pasaron de la fase de grupos. Como fue el caso también de algunos favoritos como Carlos Balmaseda o Vicente Blázquez.
También se dieron circunstancias curiosas, como la del canario Luis Claverie, que ganando uno, y perdiendo dos partidos en la fase de grupos (lo mismo que Garzón y Herranz, sus compañeros de grupo), acabo pasando por el resultado entre ellos clasificándose para cuartos al derrotar al líder del grupo Juan Sarasti que había ganado todo hasta ese momento.
También se decantan claros favoritos, como el asturiano Alfredo García-Heredia, que de momento no ha perdido ningún partido, y se ha clasificado para cuartos tras derrotar a Xavier Gorospe y a José Pablo Segurola. En cuartos tendrá un partido muy interesante contra Alejandro Esmatges, que tampoco ha perdido ningún partido.
El gallego José Luis Adarraga, también invicto, tendrá un partido complicado y duro frente al héroe local, Marcos Pastor, otro jugador sin derrotas en su casillero que ha ido dejando en el camino a pesos pesados como Víctor Bertrán o Noel Grau. El último partido de cuartos lo componen Manuel Morugán y Jordan Gibb.
Las partidas darán comienzo a partir de las 8.30 de la mañana de este domingo, día en el que se disputarán los cuartos de final, semifinales y la gran final.
El campo de golf de Pozoblanco, federado en 1982, es un claro ejemplo de un recorrido sostenible. Su vegetación es autóctona, predominando la encina en su mayor parte y la hierba es absolutamente natural, enclavado dentro de su entorno. El Campo de Golf Cabeza Oliva de Pozoblanco, tiene un recorrido muy amigable y fácil de hacer a pie, ya que es llano en la mayor parte de los 9 hoyos que lo conforman, lo que permite disfrutar de una jornada de golf en plena naturaleza.
Aunque en los inicios del campo, solo disponía de riego en los tees y greenes, actualmente ya se están regando todas sus calles al disponer de agua reciclada para dicho fin. El lago artificial del 9, además de realzar este maravilloso Par 3, ideal para terminar un partido de Match-Play, acumula gran cantidad de agua para el análisis y tratamiento oportuno de la misma, consiguiendo así una mejor calidad en el agua del riego, además de añadirle al recorrido un aliciente más de dificultad para el juego.