Poco le importó a Justin Rose que, en el caso de disputar el Indonesian Open, ya no pudiera ser número 1 del mundo de forma automática. El británico, en un gesto que le honra y que habla muy bien de él con la cantidad de compañeros de profesión que ya se habían tomado desde hace días las vacaciones navideñas, prefirió defender el título y tener el destino en sus manos -nunca mejor dicho-. Desafortunadamente para el campeón europeo, un triple empate en el Top 17 lo alejó de esta posibilidad.
Y es que, a pesar de que arrancó el día empatado en la cuarta posición, Rose dio muestras desde bien temprano que este domingo iba a ser muy duro en el torneo sancionado por el Asian Tour. Sobre todo porque su carta de presentación en esta cuarta y última ronda fue de bogey-doblebogey y solo tres hoyos más tarde otro bogey más. Un +4 en un abrir y cerrar de ojos que le terminó de romper todos sus esquemas. No solo se alejaba del título, sino que además veía peligrar poder terminar el año como mejor golfista del planeta.
Unos pensamientos que pareció dejar a un lado con los birdies del 9 y el 10. Sin embargo, un dolorosísimo triplebogey en el 12 y un nuevo bogey en el 13 pusieron el punto y final a cualquier sueño de recuperar la posición con la que había empezado el día. Ni siquiera los tres birdies en las cinco últimas banderas tuvieron el premio de consolación de empatar en el Top 16 con dos jugadores -la vía de volver a adelantar a Brooks Koepka este lunes-. Por el contrario, el destino -tan caprichoso como de costumbre- le deparó que fuera un golpe el que lo separara de esta meta, al igual que le ocurrió en el último día del Hero World Challenge.
Un duro varapalo que, sin embargo, no cambia de ninguna manera los planes del inglés, que arrancará 2019 desde el segundo escalón del podio, mientras que Dustin Johnson, Justin Thomas, Bryson DeChambeau, Jon Rahm, Francesco Molinari, Rory McIlroy, Tony Finau y Xander Schauffele completan el Top 10.