Tras una ronda con seis birdies sin errores en 16 hoyos Phil Mickelson se encontraba eufórico. Ni el mal tiempo hizo mella en la moral del estadounidense, que casi se veía con el título de campeón del Pebble Beach Pro-Am en el bolsillo. Es por esto por lo que hizo todo lo que estuvo en su mano para que la jornada del domingo no se suspendiera a pesar de que la noche iba cayendo sobre el complejo californiano, según podemos apreciar en un vídeo capturado por los compañeros de Skratch.
En éste se puede apreciar cómo el deportista de las barras y estrellas intenta dialogar con Paul Casey cuando el oficial de reglas del PGA Tour, Mark Russell, se unió a ellos para discutir qué hacer con las dos banderas que quedaban. “No creo que nos dé tiempo a terminar el 18”, comentó el inglés. “Bueno, si pudiéramos terminar el 17 yo creo que podríamos jugar el 18. Vamos a jugar el 17 y ya vemos qué tal”, respondió Lefty, ante las risas del británico, que no estaba muy por la labor de desperdiciar las pocas oportunidades que todavía tenía de triunfo por querer finiquitar el torneo antes de hora.
“Yo puedo ver bien”, prosiguió Mickelson. “Si tenemos la opción de terminar hoy me gustaría hacerlo. No quiero ponerte en un apuro, pero yo sigo viendo bien. Me gustaría jugar el 17, terminarlo y hacer la salida del 18”, continuó. Pero en esos momentos lo que menos se le pasaba por la cabeza a Casey era seguir las indicaciones de un Mickelson que tuvo que rendirse a la evidencia, tal y como apuntó Casey a los periodistas poco después.
“Desde mi punto de vista era imposible que termináramos el 18. Está muy oscuro. De hecho, no pateé en el 16 para esperarme a tener greenes frescos el lunes. Si no iba a terminar, que sonara la bocina ya mismo. El jugador que tenía buena racha quería seguir y el que no lo estaba, no. Cada uno defendía su postura”, sentenció.
Phil pushed hard to keep playing tonight at Pebble. pic.twitter.com/Y4gSuS8A5k
— Skratch (@Skratch) February 11, 2019