Esta semana se cumplen 30 años de una de esas efemérides que de vez en cuando nos gusta recordar al tener como protagonista a uno de los grandes abanderados de toda nuestra historia. El 23 de abril de 1989 Seve Ballesteros conseguía incorporar a su increíble currículum la 40ª victoria de su carrera en el European Tour. Además, se produjo en casa. El Open de Madrid disputado en Puerta de Hierro le permitió a sus 32 años llegar a una cifra que todavía, a día de hoy, resulta impensable para el común de los mortales -solo Langer (42) y Tiger (40) se acercan un poco a las 50 logradas por el cántabro universal-.