Abróchense los cinturones, pues nos espera un domingo de alto voltaje en el Zurich Classic de Nueva Orleans. Y es que, tras una maratoniana jornada de golf en la que muchos tuvieron que hacer frente a los foursomes y a los fourballs, por fin podemos decir que el torneo ha vuelto a la normalidad y este domingo se disputarán los últimos 18 hoyos de un evento predestinado a darnos una gran alegría. ¿La razón? La enorme actuación de nuestros representantes.
Ya sea la dupla compuesta por Jon Rahm y Ryan Palmer (64 golpes, -23) o el tándem conformado por Sergio García y Tommy Fleetwood (64 golpes, -19), hay que alabar el gran papel protagonizado por ambos en un campeonato nada sencillo en el que se prima por encima de muchas cosas la capacidad para conseguir birdies. Aunque vayamos por partes para desgranar esta jornada del movimiento y comencemos hablando del vizcaíno, que ha logrado alcanzar el coliderato -empatado con los americanos Scott Stallings y Trey Mullinax (62 golpes, -23)-.
El León de Barrika ha dado toda una exhibición de juego en estos terceros 18 hoyos, logrando la nada desmerecedora cifra de ocho birdies y dándole alas para pensar en la posibilidad de volver a reinar en un torneo oficial del PGA Tour -sería la tercera temporada consecutiva en conseguirlo-. Eso sí, todavía queda un mundo y los foursomes finales dictarán sentencia sobre si el dúo hispanoamericano podrá salir victorioso del TPC Louisiana.
Mismas sensaciones que las que tienen que tener en estos momentos Sergio y Fleetwood quienes, después de luchar contra viento y marea este sábado para poder alcanzar la parte alta de la tabla, se quedan a solo cuatro impactos de la cabeza con todavía un mundo por disputar. Tanto el español como el inglés se aprovecharon de las facilidades del campo -uno de los más fáciles de la gira, según las estadísticas- y gracias a ocho birdies se postulan como una de las parejas a tener en cuenta de cara a una vibrante ronda final.