63, 66, 66 y 63. Estas son las últimas cuatro rondas que ha disputado Brooks Koepka en Majors, eventos en los que el estadounidense se transforma hasta el punto de dar lo mejor de lo mejor de su juego. Sirva como ejemplo lo que ha conseguido este jueves sobre la hierba del Black Course de Bethpage, un complejo que se ha convertido en una auténtica tortura china para muchos y que, sin embargo, ha sido coser y cantar para el joven golfista de las barras y estrellas.
Siete birdies sin error ha sido el acumulado de BK en este inicio de campeonato, ejerciendo a las mil maravillas de campeón defensor y mandado un serio mensaje a sus rivales: pese a lo temible del campo, el verdadero lobo feroz soy yo.