A tenor de lo que estamos viendo en las últimas horas sobre la hierba del Black Course de Bethpage solo una caída de Brooks Koepka (65 golpes, -12) de dimensiones históricas podría evitar que el joven jugador estadounidense sumara el cuarto Major de su carrera y el segundo de manera consecutiva en el PGA Championship. La razón es bastante simple. Allí donde no hay nadie que haya conseguido salir airoso durante dos días seguidos del complejo neoyorquino el deportista de Florida ha dado un golpe encima de la mesa quién sabe si definitivo.
Ya avisaban de la dificultad de este Black Course a comienzos de semana, pero lo que nadie podía llegar a pensar es que los favoritos se dieran de bruces con la realidad de un campo que ha sido una auténtica masacre para los jugadores. Que se lo digan si no a Tiger Woods (73 golpes, +5), ya eliminado tras no haber sido capaz de evitar la segunda vuelta con guarismos positivos, o a Rory Mcilroy (71 golpes, +3) quien, a pesar de haber hecho el corte, se encuentra en estos momentos a quince golpes del norteamericano.
Porque sí, Brooks Koepka ha nacido para las grandes ocasiones. Si ayer sorprendió con una vuelta en la que consiguió el récord del campo con siete birdies sin errores para destacarse en el liderato, este viernes tampoco es que haya cambiado mucho la película. Ya en las cuatro primeras banderas BK sumó tres birdies sin fallos con los que colocaba los dobles dígitos en el luminoso y el resto de vuelta no hizo más que confirmar lo que a estas horas es una realidad que pulula por el campo de la ciudad que nunca duerme: Koepka puede que haya dado un golpe definitivo al campeonato.
Y es que aunque por primera vez le vimos fallar -el primer bogey llegó en la 28ª bandera del torneo- su reacción fue la de las grandes ocasiones. Cuatro birdies en los seis últimos hoyos -a los que solo tuvo que añadir un nuevo fallo en el 17– fue su carta de presentación antes de marcharse a Casa Club con siete impactos de ventaja sobre Jordan Spieth (66 golpes, -5) y Adam Scott (64 golpes, -5), sus principales perseguidores, en un día que nos ha confirmado la debacle de la Armada.
Pues de los cinco representantes con los que contábamos a comienzos de semana en el segundo Major del curso tan solo Rafa Cabrera Bello (69 golpes, +4) ha podido hacer el corte después de una ronda por debajo del par del campo y accede a los dos últimos días de campeonato desde el Top 68. Otaegui (72 golpes, +5), Rahm (75 golpes, +5), Sergio García (71 golpes, +5) y Jorge Campillo (73 golpes, +10) se marchan del torneo antes de tiempo.
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