Recién arrancado el cuarto y último Grande del curso en esta concentrada temporada de Majors de apenas cuatro meses -a propósito de esto, Justin Rose se ha despachado a gusto criticando el calendario- pocos ha revelado sus claves para salirse con la suya en Royal Portrush. Unas afirmaciones que tienen que cogerse con literalidad cuando hablamos de Brooks Koepka, que ha preferido salir al campo solo estos días para no compartir con nadie la que podría ser la solución a su hattrick de torneos importantes en un 2019 que le ha visto ascender al número uno mundial.
Y no es que el estadounidense no haya llegado a coincidir con nadie en el tee de salida. Nada de eso. Lo ha hecho con alevosía -y quién sabe si con nocturnidad-. El que se ha encargado de desvelarlo a los periodistas ha sido Tiger, quien lo ha contado después de responder negativamente a una pregunta de un medio que le cuestionaba acerca de si los locales Darren Clarke, Graeme McDowell o el caddie del propio Koepka, Ricky Elliott, le habían proporcionado algún conocimiento de utilidad sobre Royal Portrush.
“No me han dicho nada”, respondió entre risas Woods. “Es más, voy a contar una historia divertida. Hace unos días le envié un mensaje a Brooks felicitándolo por la gran temporada que estaba haciendo, pues lo que ha conseguido en los últimos Majors ha sido increíble. Pensé que era un buen momento, además, para preguntarle si quería que nos viésemos y jugásemos una ronda juntos. Todavía estoy esperando a que me responda”, sentenció el californiano con una sonrisa en el rostro. Una declaración de intenciones la del número 1 mundial, que arrancará su participación en Irlanda del Norte a las 14:04 junto a Louis Oosthuizen y Shubhankar Sharma.