Se esperaba un día difícil en Royal Portrush y por momentos fuimos testigos de esa climatología que se esperaba a principios de semana para las cuatro jornadas del Open. Mucha lluvia, mucho viento y los jugadores sufriendo en cada hoyo para poder salvar el par. Quizá haya sido esta una de las claves de que nadie haya podido meterle el miedo en el cuerpo a un Shane Lowry (72 golpes, -15) que ha conseguido que este domingo 21 de julio sea fiesta nacional en Irlanda.
El irlandés hizo lo que tenía que hacer en cada momento. Aprovechando las grandes salidas en la primera parte de su ronda -a pesar del bogey en el 1 convirtió tres birdies en el 4, el 5 y el 7– y sabiendo atar en corto a un Tommy Fleetwood (74 golpes, -9) que nunca tuvo opción de poder alcanzarle en la clasificación. Pues, aunque Lowry viviera un momento de zozobra con cuatro fallos sin aciertos del 8 al 14, el inglés no supo encontrar el tino que sí que demostró, por ejemplo, en la jornada del movimiento.
Dos birdies, un doblebogey y tres bogeys fue el resultado de despedida de Tommy, que revive de este modo el subcampeonato que ya logró en el US Open de 2018 en una vuelta en la que Tony Finau (71 golpes, -7) completó el podio con un resultado de siete bajo par. Guarismos con los que empezó Jon Rahm (75 golpes, -3) y que, sin embargo, le sirvieron de poco después de un comienzo tumultuoso -en el primer hoyo se apuntó un doblebogey– al que tampoco acompañó el resto de ronda.
Cinco bogeys y tres birdies -además del comentado “seis” en la bandera inicial- fue la tarjeta de esta cuarta manga del León de Barrika, quien se despide de la temporada de Majors con un corte fallado, dos Top 10 y un Top 11 -el conseguido en Irlanda del Norte-.
Un día muy tranquilo para el ganador que no fue tal para ninguno de los dos españoles. Pues, además de la cartulina comentada de Jon Rahm, hemos de hablar de la de Sergio García (78 golpes, +6), quien se despidió del campeonato después de que cinco bogeys y un doblebogey lo retrasaran en la tabla hasta el T67.