La Federación Balear de Golf anunció a través de su página web que el torneo de final de temporada del Challenge Tour (división de plata del Circuito Europeo) se celebrará en Mallorca durante los próximos cuatro años. Concretamente, en esta primera edición tendrá lugar en el Club de Golf Alcanada entre los días 7 y 10 de noviembre, siendo así la parada final del recién nombrado “Road to Mallorca”.
Ha sido este sábado cuando se ha presentado el acuerdo en la sede del Consell de Mallorca, con la participación de la presidenta del Consell, Catalina Cladera; del conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo del Govern, Iago Negueruela; el director del European Challenge Tour, Alain de Soultrait; y del presidente de la Federación Balear de Golf, Bernardino Jaume. Además, han estado presentes –entre otros- el presidente de la Real Federación Española de Golf, Gonzaga Escauriaza, el director de la Agencia de Estrategia Turística de las Illes Balears, Manuel Porras, y el presidente de la Asociación de Campos de Golf de Mallorca, Luis Nigorra.
De esta forma Mallorca vuelve al calendario internacional del Challenge Tour por primera vez desde 2003, y lo hace con una mayor importancia en su regreso, ya que los 45 mejores jugadores del Road to Mallorca jugarán con el objetivo de asegurar su plaza en el el European Tour la próxima temporada. El Road to Mallorca engloba 25 torneos en tres continentes, terminando con la Gran Final del Challenge Tour, que ofrece a los 45 jugadores la oportunidad de cambiar su vida profesional para graduarse en el European Tour.
El acuerdo entre el Challenge Tour y la Federación Balear de Golf hará que la Gran Final se juegue en un campo distinto de la isla cada año, partiendo en 2019 con el Club de Golf Alcanada diseñado por Robert Trent Jones Jr.
El presidente de la Federación, Bernardino Jaume, explica que “este era un objetivo anhelado desde hacía años por el golf balear, y finalmente hemos conseguido que se haga realidad. Quiero por ello dar las gracias tanto al Govern como al Consell de Mallorca por su apuesta por nuestro deporte, que es sin duda alguna una apuesta por la calidad”. Además, añade, “de esta forma Mallorca y las Illes Balears van a volver a estar con fuerza en el mapa europeo del golf, tal como se merecen los campos de la islas, que configuran una oferta de primer nivel. Mallorca es un paraíso para practicar el golf”.
Una bolsa de premios de 420.000€ convierte a la Gran Final en uno de los eventos más lucrativos de la temporada y significa que todo se jugará con la mirada puesta en el evento final, el jugador que llegue a la Gran Final en el puesto 45 con posibilidades de quedar entre los top 15 y el resultado le permita asegurar su tarjeta del Tour Europeo.
Después de un período de seis años en los Emiratos Árabes, la Gran Final del Challenge Tour regresa a suelo europeo por primera vez desde que se celebró en Italia, más recientemente en 2012.
Fuente: Federación Balear de Golf