De adrianes va la cosa llegado el ecuador del Open de Italia. Y es que tanto Arnaus (68 golpes, -4) como Otaegui (70 golpes, -4) han metido la directa en el Olgiata de Roma para llegar a la jornada del movimiento con grandes opciones para luchar por algo grande el fin de semana. La diferencia con el grupo líder no es exagerada –seis impactos- y en sus respectivos juegos se aprecia algo que nos hace cobrar esperanzas de ver la rojigualda de nuevo entre las primeras posiciones.
Para empezar porque “El Pirata” Otaegui se ha decidido a salir por la vía rápida del bache que le obligó los últimos meses a marcharse a casa antes de tiempo. El guipuzcoano volvió a entregar una ronda bajo el par del campo con cuatro birdies y tres bogeys y anota su nombre entre el de los 21 mejores jugadores del campeonato en estos momentos, situándose a tres de un podio que comanda un Matt Fitzpatrick (65 golpes, -10) que ha lanzado un órdago con su increíble ronda compuesta por siete birdies y un solitario bogey.
Mismo resultado que el entregado por un Adri Arnaus que quiere celebrar por todo lo alto su regreso al Top 100 mundial. El barcelonés, que ya coqueteó con las primeras plazas hace siete días, selló una tarjeta con cinco birdies y dos bogeys -lástima de ese error en el par 5 del 9– para situarse en una distancia nada insalvable de cara a los últimos 36 hoyos del evento. Unas dos últimas rondas en las que también estarán Nacho Elvira (68 golpes, -2) y Gonzalo Fernández-Castaño (69 golpes, -1), quien ha ha dado un paso importante a la hora de conservar los derechos de juego para el próximo curso.
Quienes hacen las maletas antes de tiempo son Álvaro Quirós (72 golpes, +1), Pablo Larrazábal (70 golpes, +1), Jorge Campillo (77 golpes, +7) y José María Olazábal (81 golpes, +19), que se decide del evento transalpino sin haber podido conseguir ningún birdie.