Si hay un jugador destinado a marcar diferencias en el RSM Classic, el último torneo regular del circuito americano en este 2019 antes de la llegada de las vacaciones navideñas, ese es Webb Simpson (65 golpes, -7). Y el golfista de Carolina del Norte ha dado la razón a todos los que han apostado por él después de una primera jornada en la que ha mostrado sus armas con una vuelta en la que ocho birdies y un solitario bogey le han facilitado la tarea de finalizar los primeros 18 hoyos como primero en solitario. Aunque no ha sido tan fácil como pudiera parecer a simple vista.
Y es que al deportista de 34 años le costó despegar más de la cuenta después de una primera parte de recorrido en la que tuvo que lidiar con el tempranero bogey del 11 -su segundo hoyo del día- y al que sólo le supo poner remedio con los aciertos del 15 y el 18. Por suerte, todo cambió en los segundos nueve hoyos. En ellos Simpson se desató para demostrar un nivel que no recordábamos desde hacía mucho -basta recordar que su última victoria llegó en el Players de 2018– para lograr seis aciertos sin errores que le permitieron aventajar en un impacto a sus perseguidores.
Estos no son otros que su compatriota Cameron Tringale (64 golpes, -6), el surcoreano Kyoung-Hoon Lee (64 golpes, -6) y el australiano Rhein Gibson (66 golpes, -6), quienes también han tenido un inicio más que correcto sobre la hierba del Seaside y el Plantation Course -los dos campos que componen el Sea Island de Georgia y se sitúan a sólo un golpe del que fuera integrante de Wake Forest University.