Un sonoro “¡vamos!” y un puño al cielo sudafricano fue lo que necesitó Pablo para despertar del letargo que le había provocado la lesión en uno de sus pies y que a punto estuvieron de dejarle sin un torneo que se venía mereciendo desde el jueves. Es por esto por lo que el putt en el par 3 del hoyo 16 cobró tanta importancia. Un fantástico puro que le sirvió para empatar en lo más alto de la tabla con el sueco Sjöholm y que le permitió encarar las dos banderas finales con la posibilidad de llevarse el triunfo logrando un disparo menos que el escandinavo. Y así sucedió.
Pablo is pumped! ?@plarrazabal ties the leaders.
#DunhillChamps pic.twitter.com/jZBw7uZRPf
— The European Tour (@EuropeanTour) December 1, 2019