Cuenta el refrán que a quien madruga, Dios le ayuda. Y no sabemos si fue cosa de designios divinos, pero a Alejandro Cañizares (64 golpes, -7) le ha sentado a las mil maravillas salir en el primer partido del turno de sábado sobre la hierba del RACV Royal Pines Resort de Gold Coast. De hecho, sólo hay que mirar la clasificación para comprobar que el capitalino, contra todo pronóstico, tendrá opciones reales por pugnar por la primera victoria del año después de una ronda asombrosa en la que se ganó el cariño del público a base de trabajar con pico y pala para subir escalón tras escalón.
“Ayer, en el hoyo 15 estaba fuera del torneo… Golf, gran deporte”, escribió Cañizares en su perfil de Twitter una vez entregó la tarjeta. Una cartulina que le permite a estas alturas situarse en la séptima posición del campeonato, quedándose a un sólo golpe del tercer puesto al que ha bajado el otrora líder Yechun Yuan (73 golpes, -8), a dos de la segunda plaza de Wade Ormsby (70 golpes, -9) y a tres de un Adam Scott (69 golpes, -10) que tiene entre ceja y ceja despedir el año con un triunfo rodeado de los suyos.
Aunque hablemos de la cartulina del madrileño, que ha dado para comentar largo y tendido. Sobre todo porque ya desde la primera parte del recorrido, dio visos de estar ante un día muy especial. Cuatro birdies y un increíble eagle en el par4 del hoyo 8 empezaron a allanar un camino que siguió con dos nuevos aciertos en el 10 y el 13. Ni siquiera los dos errores en el 14 y el 15 minaron su moral, pues otros dos birdies en el 16 y el 17 terminaron por poner el colofón a un día para recordar que lo deja a nada más que tres impactos del liderato del evento a sólo 18 hoyos de su finalización.