Si hace 24 horas comentábamos lo difícil que lo iba a tener Alejandro Cañizares (77 golpes, -2) para igualar el grandísimo resultado que logró en la jornada del movimiento, estos últimos 18 hoyos no han hecho más que confirmar lo complicado que es mantener el nivel en un circuito tan competitivo como es el European Tour. El madrileño, que recordamos que finalizó con ocho bajo par la ronda del sábado, parecía tocado por una varita mágica. Algo que, lamentablemente, no hemos podido revivir en estas últimas horas del Australian PGA Championship.
Y es que el capitalino tuvo un día para olvidar sobre la hierba del RACV Royal Pines Resort de Gold Coast después de una ronda en la que los errores tomaron protagonismo desde la primera bandera y los aciertos brillaron prácticamente por su ausencia. Hasta cuatro bogeys y un solitario birdie se anotó en la cartulina “Cañi” en los primeros nueve hoyos, algo que no mejoró con la disputa de los siguientes. Otros tres errores y un único acierto en el par 5 del 12 fue el detonante para que el español bajara de la séptima plaza al Top 33. Una posición que, eso sí, le permitirá sumar unos dólares que pueden ser vitales de cara al final del curso.
En la otra cara de la moneda tenemos a Adam Scott (69 golpes, -13) quien, saliendo desde la primera plaza, apenas ha tenido ningún contratiempo y, con un eagle, dos birdies y dos bogeys, ha conseguido hacer con su segunda victoria en este campeonato después de la lograda en 2013 y suma la trigésima en toda su carrera deportiva.
Un triunfo que se acabó decidiendo en las últimas banderas después del eagle del aussie en el 15 y los dos errores en el 17 y el 18 de su compatriota Michael Hendry (69 golpes, -11) después de verse obligado a arriesgar para intentar mantener la emoción. Cameron Smith (70 golpes, -7) no pudo completar el hattrick y marcha a casa tras finalizar en la décima plaza.