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El jugador de Louisville se lleva a casa su duodécimo triunfo en el mejor circuito del mundo. Foto: @PGATour
Después de dos primeros días complicados y una resurrección en la jornada del movimiento, Jon Rahm (72 golpes, -8) se enfrentaba a los últimos 18 hoyos con las posibilidades intactas de poder pelear con el título si conseguía un resultado favorable. Sin embargo, el vizcaíno eligió el peor día para perder la sensibilidad con sus palos. Y es que cuando no eran los hierros los que le dejaban oportunidades lejanas de birdie, era el putter el que no veía la luz al final de ese túnel que era el fondo del agujero.
Tal fue su pesadilla que el León de Barrika tan sólo encontró una variación en su cartulina a lo largo de la jornada. Fue en el par 5 del hoyo 5, donde el vasco logró un birdie después de un buen approach que le dejó un metro y medio en la posibilidad de restarle un golpe al Plantation Course de Kapalua. Antes y después de eso hubo un vacío. Nada por delante, nada por detrás. Un final amargo que, eso sí, le permitió sumar un nuevo Top 10 en el mejor circuito del mundo y con el que consigue los primeros puntos del curso.
Y es que este domingo la gloria no estaba reservada para él, tal y como pudo comprobarse a lo largo de la ronda de juego. De hecho, el gran protagonista del día fue Patrick Reed (66 golpes, -14), quien con un siete bajo par con siete birdies sin errores -cuatro de ellos llegaron en las seis últimas banderas- logró dar caza al campeón defensor Xander Schauffele (70 golpes, -14) y a Justin Thomas (69 golpes, -14) en un PlayOff que contó con emoción hasta el final y que terminó por resolverse en la tercera bandera con JT como gran triunfador.
Un Thomas que prácticamente regaló el desempate a sus oponentes después de un bogey en el 16 y especialmente otro en el 18 -necesitaba simplemente un par para salir campeón y terminó anotándose un golpe de penalidad tras visitar un área nativa- para, finalmente, enmendar su error gracias a un birdie en la primera bandera del desempate para deshacerse de Schauffele y otra en la tercera para acabar con la resistencia de Reed.
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