Fue uno de los mejores golpes en la primera jornada del Arnold Palmer Invitational, un golpazo desde el bunker a cargo de Dylan Frittelli que llevaba todas las trazas de acabar dentro del agujero y que una cruel corbata no permitió que el sudafricano anotara lo que hubiera sido un eagle en el par 5 del hoyo 12 del Bay Hill Club & Lodge de Bay Hill en Orlando. Y es que en ocasiones el Golf es muy duro.