Bien es cierto que, mirándolo con perspectiva, este tirazo le acabó sirviendo de poco a Phil Mickelson, pero en aquel momento supuso el gran cambio entre estar dentro o estar fuera del corte. Ocurrió en el par 5 del hoyo 6, a cuatro hoyos de finalizar su ronda cuando su marcador reflejaba un par en el día, a dos del corte. Fue entonces cuando el genial jugador de San Diego desplegó su artillería con un tiro perfecto desde la parte izquierda de la calle que dejó la bola a un par de metros de bandera. Desde ahí, un putt y el americano que se anotaba el eagle. La pena es que un doblebogey final le acabó apeando del torneo.