Si hace un par de años pocos conocían en Estados Unidos quién era Kiradech Aphibarnrat -en Europa sí que hemos tuvimos la oportunidad de disfrutarlo durante un largo período de tiempo-, a estas alturas nos jugamos lo que sea a que no hay aficionado al Golf que no reconozca en el campo al golfista tailandés. Quizá sea por su fisionomía -poco habitual en una época en la que el culto al cuerpo se ha convertido casi en una obsesión- o tal vez por su exquisito juego con los hierros, pero lo que es cierto es que el deportista asiático cuenta con una buena legión de seguidores.
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Es por esto que las últimas informaciones publicadas sobre el thai han causado un gran revuelo, pues ha reconocido que todavía no sabe si volverá a Estados Unidos cuando se reanude la competición. La razón es que en estos momentos se encuentra en un hotel de su Tailandia natal pasando el período de cuarentena obligatorio que el país ha dictado para todos aquellas personas que provengan de territorio extranjero. Y cuando esto pase visitará durante una larga temporada a sus seres queridos.
Una decisión que él mismo se encargó de explicar en el Bangkok Post después de que tanto su mujer como él se dispusieran en un principio a quedarse en su casa de Orlando hasta que se solucionara todo. Sin embargo, el tiempo fue pasando y, cuando acordaron marcharse definitivamente a Tailandia, el tráfico aéreo se cerró y no fue definitivamente hasta el pasado 17 de abril cuando pudieron coger el avión. “Todo esto que estamos pasando es una lección de vida”, empezó afirmando el deportista de 30 años.
Divertido vídeo con todo tipo de fallos: caídas al agua, sockets, cabreos, golpes al aire, palos rotos…
“Cuando estábamos en Orlando daba reparo salir y encontrarnos con amigos porque teníamos miedo de transmitir el virus. Esto te hace apreciar más la vida”, continuó Aphibarnrat, que reconoció llevar bastante tiempo sin tocar sus palos. “Están en la habitación, pero no puedo hacer nada porque no tengo bolas en la maleta. De momento lo que hago es algo de ejercicio, jugar por internet y ver películas para pasar el tiempo. Con esta situación lo único que quiero ahora mismo es llegar a casa y descansar. Quiero trabajar, pero también quiero estar a salvo”, sentenció.