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Tras el lavado de cara de 2018, el recorrido se ha convertido en uno de los mejores de todo Estados Unidos.
Puede sonar a broma que no sepamos si se va a poder desarrollar con buen pie la vuelta de la competición y, sin embargo, nos estemos preocupando por un torneo que tendrá lugar a diez años vista, pero ya saben cómo va esto. Los patrocinadores no se acercan solos y la gran cantidad de trabajo que tiene detrás un evento de esta envergadura obliga a no pillarse los dedos con las fechas. Es por esto que la PGA de América ha confirmado que el trofeo Wanamaker viajará a Southern Hills en 2030.
De esta manera el organismo rector del Golf en los Estados Unidos desvela uno de los secretos que tenía el Major desde que en 2017 los directivos confirmaron que en algún momento el complejo de Oklahoma recibiría el PGA Championship. Será pues la quinta vez que este extraordinario recorrido acoja el Grande –la primera desde 2007-, que también ha sido testigo de tres US Open y dos US Amateur durante toda su historia –amén de que en 2021 se disputará en el mes de mayo el PGA Senior -.
Una oportunidad única de ser testigos de un complejo que en el verano de 2018 se sometió a un importante lavado de cara gracias al arquitecto Gil Hanse y su equipo y que está considerado uno de los 50 mejores de todo Estados Unidos. De este modo, ya tenemos decididas las sedes de once de los próximos doce años del PGA Championship, quedando sólo por ver quién se hará cargo del torneo en 2025.
De las próximas disputas –además de la consabida del Harding Park de San Francisco del 6 al 9 de agosto-, Kiawah Island Ocean Course acogerá el campeonato en 2021, mientras que el Trump Bedminster y el Oak Hill lo harán en 2022 y 2023, respectivamente.
