Una de las primeras lecciones que nos enseñan en el campo de Golf -y que más tiempo tardamos en asimilar- es saber manejar la frustración. Aprender que el fallo está ahí y que puede llegar en cualquier momento es el mejor remedio para prevenirla. Algo que, a pesar de su temprana edad, ya ha conseguido interiorizar nuestro siguiente protagonista, que tardó hasta cinco intentos en embocar un putt de apenas dos palmos de distancia. Y, además, lo hizo con una sonrisa en el rostro al conseguirlo. ¡Así, sí!
Ver esta publicación en Instagram
We all know a golfer who needs this many attempts at a putt… ? @golf_gods