San Fermín, menos mal, le echó un capote a la pamplonesa Carlota Ciganda porque en Kohler (Wisconsin) le colocaron un pequeño ‘marrón’. Para su debut en el US Open -se clasificó en las previas- bailo con la más fea. La navarra jugó junto a dos ‘amateurs’, impropio para la mejor ‘rookie’ del Circuito Europeo (LET), ganadora este año de un torneo y quinta en la lista de ganancias.
No solo el Santo, que el sábado espera ver a Carlota lucir el pañuelo rojo, ayudó a que la golfista superase la prueba. Las otras tres españolas ya curtidas en los Estados Unidos, Azahara Muñoz, Belén Mozo y la también navarra Beatriz Recari, arroparon a Carlota en las horas previas y posteriores a este Grande plagado de estrellas.
Azahara Muñoz, la mejor golfista española (decimocuarta del mundo) y segunda la semana pasada en Arkansas, figura en el paquete de favoritas al título. La malagueña está a poco más de 100.000 dólares para llegar al millón, desde la cuarta plaza de la lista de ganancias.
«Me gustaria ser este año la mejor ‘rookie’ en Europa, y poder acabar entre las 10 o 15 de la Orden de Mérito», confiesa Ciganda en una entrevista que difunde el LET.
Las neófitas compañeras de Carlota fueron Gigi Stoll y la norirlandesa Stephanie Meadow, esta última verdugo de Rocío Sánchez en la final del British amateur.