Si hay algo por lo que muchos estamos esperando esta semana –además de por, si de una vez por todas, Jon Rahm consigue arrebatarle a Rory McIlroy el cetro mundial- es por volver a ver a Tiger Woods en un torneo oficial. El californiano no compite en un torneo regular del PGA Tour desde finales de febrero, cuando en el Genesis Invitational se apuntó dos rondas de 76 y 77 golpes el fin de semana para marcharse al último lugar de la tabla. Cinco largos meses en los que, aunque le hemos visto jugar y divertirse junto a Phil Mickelson en la segunda edición de The Match, se nos llegó a pasar por la cabeza una recaída de su estado de salud.
Sin embargo, Woods compareció hace unas horas en la previa del Memorial –torneo en el que posee el récord de victorias con cinco– para acallar esas palabras y comunicar que su ausencia en este mes desde que volvió la competición ha sido por un mero ejercicio de responsabilidad. “Sentí que durante este periodo lo mejor era quedarse en casa y estar a salvo”, confirmó en una de las primeras preguntas que le realizaron los medios.
“Desde hace años estoy acostumbrado a jugar con muchas personas a mi alrededor o con muchas personas que tienen línea directa conmigo, por lo que no sólo me pone en peligro a mí, sino también a amigos y familiares. Esto lo he solucionado practicando en casa y alejándome de eventos sociales que llevan a mucha gente”, confirmó el estadounidense, que quiso incidir en el hecho que le provocó no haber querido volver hasta ahora.
“Yo estoy acostumbrado a que la gente se haga fotos e incluso me choquen o me den una palmada yendo del tee al green, pero lo analicé y pensé que en estos momentos no era lo más oportuno. Así que decidí que lo mejor era esperar un tiempo para ver cómo evolucionaba el regreso de la competición. Ahora siento que estoy lo suficientemente cómodo para llevarlo a cabo y estoy emocionado por hacerlo en un lugar como Muirfield Village”, sentenció el 15 veces ganador Majors, que ha sido encuadrado en el gran partido de los primeros 36 hoyos de evento junto a Rory McIlroy y Brooks Koepka.