Ha tardado siete largos años, pero todo llega al final. Michael Thompson (67 golpes, -19) se ha vuelto a imponer en un torneo del PGA Tour por primera vez desde que consiguiera salir vencedor del Honda Classic de 2013 para sumar su segundo entorchado en el mejor circuito del planeta y dar así un golpe sobre la mesa en su intento por formar parte de los PlayOff de la FedEx Cup -antes de iniciar el campeonato esta semana ocupaba el puesto 151 y en estos momentos es el 39º en esta clasificación-.
El golfista estadounidense se impuso en un duelo final cargado de emoción después de entregar una cartulina con cinco birdies y un solitario bogey que contó con la parte final como gran aliada después de lograr dos aciertos que le permitieron deshacerse de la presión a la que le estaba sometiendo un Adam Long (64 golpes, -17) que se había situado líder en Casa Club muchos minutos antes. Con unas estadísticas impresionantes tanto en calles cogidas -más de un 71 por ciento de efectividad- como en greenes en regulación -cazó casi el 90 por ciento de ellos este domingo-, Thompson pudo presumir de cuajar una ronda merecedora del premio conseguido.
Un triunfo que llegó después de que Charl Schwartzel (68 golpes, -16) y Richy Werenski (70 golpes, -16), sus dos compañeros de partido, se alejaran de cualquier posibilidad de triunfo en los primeros instantes y favorecieran el despegue del propio Thompson, al que sólo le hizo falta un poco de serenidad para comandar el campeonato. Aunque no es el único que tiene motivos para la alegría después de disfrutar de la última jornada de trabajo. Y es que Rafa Cabrera Bello (64 golpes, -10) ha protagonizado la que es seguramente su mejor ronda desde la vuelta a la competición para llegar a los dobles dígitos y situarse definitivamente en el Top 32.
El deportista grancanario, que ocupaba el T56 antes del inicio de la última ronda, comenzó con cinco pares seguidos del 10 al 14, pero a partir de aquí la maquinaria comenzó a engrasar y convirtió seis birdies en las ocho siguientes banderas que le permitieron dar un salto destacado en la tabla. A partir de aquí, un acierto más en el 8 le puso en bandeja el -7 en el día y la posibilidad de alcanzar finalmente un T32 que sabe a gloria en función de como había comenzado la semana.