En las horas previas al primer encierro de San Fermín la pamplonesa Carlota Ciganda no se dejó atrapar por la cornamenta astifina del US Open, el tercer ‘major’ de la temporada que está siendo un verdadero test de golf. Carlota atravesó el corte con una remontada interesante (76+72) por cuanto le coloca en el fin de semana del torneo más exigente del planeta que se disputa en el Blackwolf Run de Kohler, en Wisconsin.
Las temperaturas elevadas siguen como peor aliado del ‘swing’, pero el fin de semana parece que será otra historia y al que accede como cabeza de pelotón la noruega Suzann Pettersen, sexta del ránking mundial y quien asegura al LPGA Tour que el US Open es uno de sus torneos preferidos.
Sea o no masoquista la jugadora nórdica, lo cierto es que entre estadounidenses y europeas, el poder del golf asiático parece algo postergado. Pettersen es líder con -5, y las norteamericanas Michelle Wie y Cristie Kerr (campeona del US Open en 2007) le siguen a un golpe en la pizarra.
La irrupción de Wie, de 22 años y recién graduada, ha sido la noticia de mayor calado en los medios norteamericanos. La exniña prodigio, que llegó a jugar contra hombres cuando era aún adolescente, vuelve al primer plano de un torneo por primer vez este año y tras muchos meses de fatigas y tribulaciones por la escasez de resultados dignos de mención.
El golf español no solo tendrá presencia para sábado y domingo con Carlota Ciganda (una pena su triple ‘bogey’ en un par 3), puesto que Beatriz Recari (decimoséptima) sigue en la brega principal aunque su velocidad disminuyese por sus 75 golpes.
Azahara Muñoz repitió 73 golpes y sigue sin poder bajar del par del campo.