No partía en la quiniela de los favoritos al triunfo este domingo, pero Jim Herman demostró que venir lanzado desde atrás es una gran ventaja cuando la parte alta se encuentra atascada. Un eagle, seis birdies y un solitario bogey fue la tarjeta del estadounidense, que llegó hasta los 21 bajo par para hacerse con el tercer triunfo de su carrera. Ahora bien, no fue hasta el 17 que el jugador de las barras y estrellas se pudo deshacer de Billy Horschel después de un disparo espectacular desde 127 yardas que dejó la bola a poco más de un metro del agujero. Un auténtico dardo que bien merece la pena ponerle el sobrenombre de Golpe del Día.