Pese a que en los últimos meses trató de convencernos de que hacía tiempo que no se encontraba tan bien, lo cierto es que el ex número 1 del mundo no termina de recuperarse al cien por cien de sus problemas físicos. Ya les informamos que, durante la disputa del PGA Championship, tuvo que ser atendido varias veces sobre la hierba de Harding Park y, aunque al final de la ronda le quiso quitar hierro al asunto alegando que se trató de “una pequeña molestia”, lo cierto es que a raíz de ahí sus problemas no se han solucionado.
Brooks Koepka no consiguió hacer el corte la pasada semana en el Wyndham, un torneo al que se presentaba con la intención de subir escalones en una FedEx Cup en la que ocupaba el puesto 92 -salió de Sedgefield CC en el 97-. Y el resultado ha tenido consecuencias directas de gran calado, puesto que el de Palm Beach ha decidido que lo mejor a estas alturas es no arriesgar con su cadera y, sobre todo, con su rodilla y pone el punto final a este extraño curso 2019/2020 en el que, por primera vez desde 2016, terminó sin triunfos para él.
Unos problemas de salud que se remontan al ya lejano otoño del año pasado, cuando se sometió a una cirugía al día siguiente del Tour Championship que le obligó posteriormente a retirarse en múltiples eventos de la gira asiática e incluso de la Presidents Cup -con el beneplácito del capitán Tiger Woods-. Es por esto que, después de un año de tiras y aflojas con diferentes pruebas y resonancias magnéticas, muchos se pregunten si volveremos a ver en un breve período de tiempo a BK al máximo nivel. De momento, para responder a esta cuestión, no volveremos a ver al estadounidense en la presente temporada y seguramente su siguiente torneo sea dentro de un mes en Winged Foot, lugar que albergará el US Open.