Junto a él, Andy McFee también vivirá su último campeonato del 8 al 11 de octubre en el BMW PGA Championship bajo un gran homenaje
Si hay un hombre que ha manejado con mano de hierro los torneos del European Tour en los últimos 44 años ese es John Paramor. El inglés, que acumula toda una vida relacionada con el Golf, dirá adiós al mundo profesional este próximo mes de octubre con la disputa del BMW PGA Championship de Wentworth, el evento insignia del circuito del viejo continente. En su despedida coincidirá con otro mítico árbitro de la gira como Andy McFee que, aunque “sólo” lleva por aquí desde 1983, también pondrá punto final a una carrera cargada de éxitos y reconocimientos.
Fue por esto que el European Tour tuvo a bien hace unas horas juntarlos en una videoconferencia para repasar sus exitosas carreras y, como no podía ser de otra manera, de las grandes anécdotas que John Paramor se llevará de su trabajo quedará para siempre la escena vivida con Seve Ballesteros durante la disputa del Volvo Masters de 1994 que tuvo lugar en el Real Club Valderrama y que, a buen seguro, impidió que el genio de Pedreña se llevara a casa el que hubiera sido en esos momentos su título número 50 en la gira del viejo continente.
Pongámonos en antecedentes. Seve y Langer llegaban al último hoyo del torneo empatados en lo más alto de la clasificación cuando, en la salida del 18, el golpe del español se marchó a la derecha para posarse detrás de un árbol, justo delante de un agujero que a simple vista parecía ser una madriguera -lo que le hubiera supuesto un dropaje sin penalidad-. Sin embargo, John Paramore se acercó allí y le pidió pruebas de que esa excavación había sido llevada a cabo por un animal.
“Casi con toda certeza la cavó un animal”, le comentó Paramor a su compañero McFee en el coloquio organizado por el Tour. “Recuerdo que me llevó mucho tiempo tomar una decisión porque pensé que, al ser un torneo en España, la mayoría de espectadores estaban desesperados porque ganara Seve. Entonces le dije que no había ninguna evidencia y metí un dedo en el agujero mientras lo examinaba. De repente, Seve me puso una mano en el hombro y me dijo que tuviera cuidado por si lo que había causado el agujero me mordía”, añadió.
El final de la historia ya lo conocemos todos. Paramor no le permitió dropar sin penalidad y la mirada de fuego del cántabro al árbitro ya forma parte de la historia de imágenes del European Tour.
4 respuestas
Yo se algo mas de esa anécdota pues estaba en la oficina del torneo cuando paramour lo vio por la tv y ya sabía que no iba a tener alivio pues el árbitro que atendió al ruling sabía perfectamente que no era animal de madriguera y paramour se fiaba de el pero como era Severiano…
Yo estaba con paramour cuando le llamaron y lo vio por tv y sabía perfectamente que no era madriguera y que no le daría alivio pero como era SEVE….le dio su TIEMPO….