Keegan Bradley (Woodstock), de 26 años, se crió en Nueva Inglaterra y durante buena parte de su infancia vivió en una caravana. El estadounidense, campeón del US PGA 2011, está orgulloso de ello. El pasaje de su vida estuvo enterrado, semioculto durante mucho tiempo. Pero el aspirante a ganar el inminente Open Británico se sinceró en una entrevista que publica’Golf Magazine’.
«Mi madre se pone muy triste cuando hablo de esto, porque piensa que supone que he tenido una mala infancia. Así que, durante largo tiempo dejé de hablar de ello, pero tengo que decir que realmente tuve una infancia increíble, muy divertida», asegura el golfista que inauguró su palmarés de Grand Slam en agosto del año pasado.
«Mi padre, Mark», continúa, «es muy alto, más que yo, y vivíamos en este trailer con literas, aunque a veces dormía encima de la mesa de la cocina», explica Bradley, quien se trasladó a Crystal Springs Trailer Park en Hopkinton, Massachusetts, cuando sus padres se separaron.
Ha transcurrido suficiente tiempo para que Bradley se sienta cómodo compartiendo sus vivencias de una parte de su infancia. Esta especie de psicoanálisis le ayuda en el Tour, comenta.
«Estoy realmente, y de una manera extraña, orgulloso de aquellos días. Trato de decirle a mi madre que es una historia viva. La gente quiere oír hablar de cuando vivía en un parque lleno de caravanas y remolques, y no de cuando vivía en Vermont y esquiaba», relata Keegan Bradley, el primer golfista que conquistó un Grande con un ‘belly putter’.