Hay cosas que no van a cambiar nunca en el mundo del Golf y una de ellas es la obsesión de la USGA por configurar para el US Open un campo en el que los jugadores se sientan avasallados por todos lados. Winged Foot no va a ser una excepción esta semana, con la organización presentando un recorrido para llevarse las manos a la cabeza. Es por esto que son muchos los jugadores que se están ya preparando para lo que tradicionalmente ha sido una cacería -y más aún en el complejo neoyorquino, donde en sus cinco ediciones anteriores tan sólo dos golfistas finalizaron por debajo del par-.
Esto aterra a muchos pero, por sorprendente que parezca, no a todos. De hecho, hay quienes disfrutan con este tipo de retos y cuentan las horas para llevarlos a cabo. Es el caso de Jon Rahm, que en la rueda de prensa previa al inicio del segundo Major de este 2020 ha dejado clara su opinión acerca de este torneo. “Me encanta venir a este tipo de eventos. Me haría mucha ilusión convertirme en campeón del US Open, un campeonato tradicionalmente tan difícil. Si tenemos en cuenta las dos últimas ediciones disputadas aquí, creo que ésta será la tercera masacre”, comenzó afirmando el vizcaíno.
Después de todo, Jon ya sabe lo que es vencer en lugares tildados históricamente de complicados -sus triunfos en Muirfield Village o el Olympia Fields de Illinois dan buena cuenta de ello-. “Se trata de fortaleza mental, de quién puede soportar más y de aguantar hasta el final. Es así de simple. Después de haber ganado en dos pruebas tan difíciles como el Memorial o el BMW, estoy emocionado de poder empezar el reto porque sé que puedo hacerlo”, argumentó el León de Barrika, poco antes de dar sus impresiones sobre el complejo.
“Es el campo más largo que he jugado nunca, pero lo bueno que tiene es que deja todo al descubierto. No engaña, no esconde ninguna trampa. Dispone sus armas y tú tienes que ser capaz de saber combatirlas. La complicación la ofrecen los greenes y ese rough tan alto. Después de jugarlo, no me sorprende que algunas puntuaciones lograda aquí en el pasado hayan sido tan altas. Tengo un plan, pero esto es como aquella frase de Mike Tyson en la que decía que todos tenemos uno hasta que recibimos un puñetazo en la cara. Si se tuerce, habrá que resolverlo”, sentenció el número 2 mundial.
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