Con un ojo puesto en el Winged Foot neoyorquino, no hay que descuidar lo más mínimo las andanzas de la Armada esta semana en el Open de Portugal, la última de las tres pruebas del denominado Iberian Swing. Y es que los nuestros han enseñado los dientes desde bien temprano con la ronda protagonizada por Carlos Pigem (67 golpes, -5), que ha conseguido ascender al segundo lugar del podio después de un día plagado de aciertos en la primera parte del recorrido sobre la hierba del Royal Óbidos Spa & Golf Resort.
El ilerdense, que llega a la cita después de unas discretas actuaciones en los ocho torneos que ha disputado desde que el European Tour volvió a la competición -su mejor resultado fue un Top 23 en el Austrian Open-, ocupó durante muchos minutos el liderato en solitario del evento de una primera parte del recorrido en la que logró cuatro birdies consecutivos del 4 al 7 con los que mandó un aviso a sus rivales. Así, aunque el catalán sufrió en el 9 y el 10 con sendos bogeys, dos nuevos aciertos en el 11 y el 12 y, sobre todo, un birdie final en el 18 le permitieron poner en su cartulina el -5 que campea en su marcador.
De hecho, tan bien lo hizo Pigem que sólo un jugador de los 126 que saltaron al campo consiguió ser mejor que el español al término de este primera jornada. Fue el local Vitor Lopes (65 golpes, -7), quien condensó toda su vuelta en los once primeros hoyos. En ellos se anotó seis birdies, un eagle y un bogey para convertirse en el primer líder en el abierto de su país.
Del resto de la actuación española, cabe comentar el par firmado por Pep Anglés (72 golpes, Par), Emilio Cuartero (72 golpes, Par), Santi Tarrío (72 golpes, Par) y Gonzalo Fernández-Castaño (72 golpes, Par), que se colocan en el Top 42 y tienen todas las opciones abiertas de continuar en el torneo el fin de semana. No pueden decir lo mismo Pedro Oriol (74 golpes, +2) y Scott Fernández (76 golpes, +4), que necesitarán una gran ronda si quieren salir al campo el sábado.