Era uno de los jugadores con más alto rango en el campo y lo está demostrando a todas luces. El inglés Lee Westwood (62 golpes, -9) ha dado un golpe encima de la mesa en esta primera jornada del Scottish Open sobre la hierba del The Renaissance Club y se ha colocado al frente de la tabla en una ronda inicial en la que la climatología ha jugado un papel primordial debido a las complicadas condiciones que le ha dejado a los participantes del campeonato.
Y es que el británico ha hecho de todo y casi todo bien, entregando una cartulina a prueba de fallos en la que se ha anotado cinco birdies y dos eagles con los que ha alcanzado el nueve bajo par que campea en estos momentos en su marcador. Una ronda que inició en el hoyo 10 y que, desde bien temprano, la tuvo de cara debido a los cuatro birdies en las siete primeras banderas. Algo que mejoró todavía más después del nuevo acierto en el 5 y, sobre todo, con los eagles del 3 y el 7.
Un resultado que le permite aventajar en un impacto a los numerazos conseguidos también por el sueco Alexander Björk (63 golpes, -8) y el neerlandés Joost Luiten (63 golpes, -8), quienes se han situado en la segunda plaza y amenazan con alcanzar en unas horas los dobles dígitos en negativo. Lamentablemente, todos ellos se sitúan a un mundo de los guarismos cosechados por la totalidad de la Armada, que todavía tendrá que luchar este viernes si quiere colocar a algún integrante en el fin de semana del evento.
Los que mejor lo tienen son Jorge Campillo (71 golpes, Par), Álvaro Quirós (71 golpes, Par) y Adrián Otaegui (71 golpes, Par) que, en el Top 55, llegarán a la segunda jornada dentro del corte momentáneo del evento. Una situación de la que se quedan a un golpe Pablo Larrazábal (72 golpes, +1) y Nacho Elvira (72 golpes, +1) y, algo más alejados, Adri Arnaus (75 golpes, +4) y Miguel Ángel Jiménez (78 golpes, +7), que prácticamente deja vista para sentencia su participación en Escocia.