Bryson DeChambeau continúa haciendo fácil lo que parece difícil para cualquier mortal que intenta jugar al golf. En este caso el estadounidense no dudó en acortar el camino y jugar por encima de los árboles poniendo en relieve, una vez más, que la línea recta es el camino más corto entre dos puntos. Un golpazo desde 387 yardas (354 metros) de vuelo que fue a parar directamente al green para firmar el eagle.