“Una de nuestras prioridades esta semana es acabar con el juego lento. Si algún grupo o individuo se demora en sus golpes, tomaremos las medidas que estimemos necesarias”, así se expresaba Jim McArthur, presidente del Comité de Competición del Abierto Británico.
La Royal & Ancient (R&A) fue tajante con los golfistas que participan en el 141º Open Championship. «Se controlará el juego lento en Royal Lytham. Es un problema que está matando al golf”, continuó el directivo.
“De alguna forma, el juego lento está matando al golf. Y si no lo hace, sí afecta a los miembros de los clubes, que prefieren dejar de salir al campo si tienen que esperar tanto tiempo para completar una ronda”, añadió McArthur.
El jueves y el viernes los partidos (de tres jugadores) deberán terminar su recorrido en 4 horas y 30 minutos, mientras que el sábado y el domingo (dos jugadores) los 18 hoyos se deben de finiquitar en 3 horas y 45 minutos.
Si no se cumplen los tiempos de paso las instrucciones son claras. La primera vez los jugadores recibirán una advertencia. Si el retraso continúa, recibirán un golpe de penalidad. Si la lentitud perdura, se pasará a dos golpes de castigo, llegándose a la descalificación en caso de una cuarta advertencia.
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