Porque la Navidad en Andalucía no es un evento más: tradición y gastronomía se unen en el sur

Desde los mercadillos, pasando por las coloridas decoraciones hasta llegar a los belenes y los populares dulces, Andalucía enamora la vista

La calle Larios de Málaga vuelve a iluminarse para el disfrute de los viandantes. Foto: @CarmenFlores

Llegamos a una de las épocas más esperadas del año y, pese a la situación reinante por culpa de la dichosa pandemia, vale la pena detenerse por un segundo en las luces, los villancicos, los árboles decorados y, por supuesto, en los regalos. Pongamos que hablamos de la Navidad. Y qué mejor manera de disfrutarla que haciéndolo en Andalucía, una región que respira tradición y alegría por cada rincón de sus ocho provincias.

Desde la costa al interior son muchos los municipios que hacen vibrar al visitante con una belleza sin igual. Una manera distinta de disfrutar del regocijo de todo un pueblo que, aunque en este 2020 se vaya a tener que vivir más que nunca sin pisar sus calles, no es más que un punto y seguido a lo que este lugar nos ofrecerá a todos a partir del próximo año.

Empezando por los mercadillos, esa costumbre tan andaluza que llena las calles y plazas de coloridos puestos en los que ofrecer todo tipo de artículos: desde los tradicionales dulces, pasando por productos de artesanía hasta ropa o juguetes para los más pequeños. La Feria del Belén de Sevilla es un gran ejemplo de este tipo de eventos, que se convierte en un apetecible paseo para esas tardes de invierno en víspera de las fiestas. Una opción que se transforma casi en obligación cuando se trata de ver los belenes, donde el esmero y el detalle se dan la mano para llevarnos a otra época.

Y es que no hay Navidad andaluza que se precie sin las representaciones del nacimiento de Jesús, ya sea con figuras de porcelana o los belenes vivientes con los que se engalanan algunos municipios de toda la geografía. Destacan en este apartado los de Arcos de la Frontera o de Ubrique, ambos en Cádiz, mientras que de los primeros no pueden perderse el de Rute (Córdoba), para el que se emplea anualmente más de una tonelada y media de chocolate. Toda una delicia que nos sirve de entrante para los dulces que llenan las mesas de las familias durante esta época del año.

Así, los alfajores -elaborados a partir de una pasta de almendras a la que se incorpora nueces y miel-, los roscos de vino, los mantecados o las bolas de coco conquistarán el paladar de los más exigentes. Y es que la gastronomía andaluza es tan extensa que hasta para Navidad hay un amplio surtido donde elegir. Es por esto que, aunque cueste más que nunca, bien vale la pena coger una libreta y tomar nota este año para todo lo que nos espera a partir del 2021.

*Contenido promocionado por la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y del Deporte de Andalucía S.A.