Mi nombre es David Espinosa. Soy Coach Deportivo y facilitador de procesos en equipos, además de un apasionado del golf e investigador de todo el backstage que implica este gran juego en la parte mental y emocional. Acompaño a deportistas y equipos deportivos a desarrollar su fortaleza interior y ponerla a disposición de su técnica, su táctica y su preparación física.
En esta sección, que inauguramos hoy, trataremos de analizar la actualidad desde la parte más humanista y emocional. Os daremos claves para trabajar la concentración, aprender a equilibrar las tensiones, entender cómo gestionar las emociones en momentos clave, cómo trabajar el auto-control, ejercicios para entrenar el “foco” en la alfombrilla, entrevistas a jugadores sobre su preparación psicológica…
En definitiva, abordaremos todo lo que tenga que ver con el “Juego Interior” y la parte más psicológica de este, nuestro maravilloso mundo del golf. Es por esto que os animamos a que, si tenéis cualquier duda o pregunta sobre el aspecto mental del golf, nos hagáis llegar vuestra consulta. Esta sección también es vuestra y estaremos encantados de responder y aportar nuestra experiencia.
Le contaba un abuelo cherokee a su nieto un cuento en una noche de luna llena, sobre dos lobos que moraban en nuestro interior y que siempre estaban peleando entre ellos. “Un lobo es blanco y lucha por la seguridad de su manada. Representa a la seguridad, la alegría, la paz, el amor, la esperanza, la serenidad, la ilusión, la pasión, la motivación”. Y añadía el abuelo: “Luego está otro lobo malvado, que trata de hacerse dueño de la manada y que representa la ira, la avaricia, la arrogancia, la exigencia, las mentiras, el falso orgullo, la superioridad o el ego…”.
El nieto, tratando de visualizar la batalla preguntó a su abuelo con la curiosidad de un niño: “¿Qué lobo es el que gana?” El abuelo, mirándolo a los ojos contestó con sabiduría: “Aquel al que tú más alimentes”. Este cuento, que trata de la dualidad que todos tenemos en nuestra personalidad, es lo que ocurre constantemente en el interior de cualquier persona que juega al golf, ya seamos amateurs o profesionales.
En cada golpe, en cada hoyo o partida, en nuestra mente, emociones y cuerpo, se juega otro partido paralelo y a la vez conectado de manera íntima que, sin duda, tendrá repercusión en la tarjeta y, por supuesto, en el disfrute de este precioso deporte que tanto nos gusta.
Y como decía Tim Gallwey, uno de los pioneros de la psicología deportiva y tenista: Siempre hay un juego interior que se esta jugando en tu mente, independientemente del juego exterior que estés jugando. De cómo te comportes en este juego interior, dependerá el éxito o fracaso de tu juego exterior». Tim Gallwey