Empieza la cuenta atrás para Jon Rahm. Y no sólo nos referimos a que en unas pocas semanas gozará de un nuevo intento para conquistar su primer Major, sino que su primogénito está muy cerca de venir al mundo. Su mujer, Kelley Cahill, sale de cuentas la segunda semana del mes de abril y no sería nada raro que el actual número 3 del planeta tuviera que abandonar el torneo en Georgia -o incluso no acudir- en el caso de que el nacimiento de su hijo esté muy próximo.
De hecho, esta fue una de las preguntas que respondió el vizcaíno en la previa del WGC-Match Play, que lo llevará este miércoles a enfrentarse al colombiano Sebastián Muñoz para encarrilar el rumbo hacia los 1/16 de final que tendrán lugar el fin de semana. Y lo cierto es que el León de Barrika no vaciló ni un solo instante en indicar a los periodistas que no tendría ningún problema en perderse la cita en el Masters si ello implicaba poder asistir al parto. “Si alguien está pensando en apostar por mí en el Masters, tal vez debería darle otra vuelta a esa decisión. Hay muchas posibilidades de que no pueda completar el torneo esa semana”, comentó Rahm con una sonrisa en el rostro.
“Ya lo he dicho en otras ocasiones, pero no me importa repetirlo. Si tengo que marcharme de cualquier evento, lo haré. Si es esta semana, espero que no sea en el final. Sería injusto para el ganador, pero esto es así. Ser padre es mucho más importante que cualquier torneo de Golf, así que eso es lo único en lo que pienso en estos momentos”, sentenció JR, que deberá hacerse un hueco esta semana en un delicado grupo en el que, además de Muñoz, también se encuentran el irlandés Shane Lowry y el estadounidense Ryan Palmer.