Llegaban con la moral por las nubes los nuestros después del pase a cuartos de final del WGC-Match Play -un auténtico hito, pues nunca dos españoles habían accedido a esta ronda en la misma edición-. Sin embargo, poco les duró a Jon Rahm y Sergio García la sonrisa en el rostro, pues ambos sufrieron de lo lindo en sus respectivos duelos. De hecho, con la excepción del hoyo uno en el duelo que enfrentaba al castellonense contra su amigo Víctor Pérez, ninguno de los dos fue capaz de colocarse por arriba en sus enfrentamientos.
Sergio lo hizo tras un bogey del galo nada más comenzar el día, el único fallo que se permitió el francés en unos cuartos de final donde dio buena cuenta del campeón del Masters en 2017 para acabar llevándose el partido cuando éste todavía no había llegado al hoyo 16. Lo hizo con cinco birdies en momentos clave que desarbolaron al español, que sólo encontró un respiro gracias a un acierto en el 5 que volvió a empatar todo. A partir de aquí, Pérez llevó a cabo un juego férreo que encontró el premio en el 6 y el 8 para situarse dos arriba al término de la primera parte del recorrido.
Una ventaja que se extendió a los tres hoyos en el 13 y a los cuatro en el 15 para poner el punto final a la participación del español en este WGC. Como también se marcha a casa un Jon Rahm que sufrió en sus carnes el sometimiento de un Scottie Scheffler que contó con el apoyo de los aficionados -comentarios impertinentes mediante en algunos tramos- y un enorme acierto que se gestó en las cinco primeras banderas, en las que logró tres hoyos de ventaja. JR llegó a reducir la desventaja a uno tras el 9, pero el empaté nunca llegó y el vizcaíno se marcha a casa sin tener la oportunidad de salir al campo en el último día de campeonato.